Clásica salsa guacamole preparada con aguacate, aceite, cebolla, pulpa de tomate, jugo de limón, hierbas, especias y una pizca de chile jalapeño. Gracias a la delicadeza del sabor del aguacate, esta salsa particular se presta muy bien para ser utilizada como relleno de carne, pescado y para todo tipo de tapas.